martes, 15 de septiembre de 2009

Majestad: Cuando las barbas de Cataluña veáis pelar, poned las Vuestras a remojar

por Pedro Schwenzer

Ahora más que nunca, Su Majestad el Rey está llamado a actuar. Pocas son las competencias del Rey en asuntos políticos, pero ante la ineficacia e inoperancia de gobierno y justicia, lo que parece realmente bochornoso es la actitud de la Casa Real ante los ataques a la unidad nacional del Reino de España.

Con la sanción de la Constitución Española el 6 de diciembre de 1978, S.M. el Rey se comprometió a cumplir y hacer cumplir la Constitución, igual que lo prometen o juran los políticos que acceden a cargos públicos.

El pueblo español espera de su Rey que actúe en situaciones límite. El mejor ejemplo reciente fue la ya famosa exclamación de "¿Porqué no te callas?" ante los insultos graves del dictador venezolano Chávez a España, al que recibe, sin embargo, cada vez que al gorila rojo le apetezca. Aunque se trataba de una salida de tono nada diplomática, se ajustó perfectamente a la situación y fue consecuencia del ambiente tenso de aquella Cumbre Iberoamericana. El exabrupto del Rey tuvo una muy buena acogida en España, mientras que la pasividad y las sonrisitas del ministro Desatinos y y las fantochadas buenistas de Zapatero fueron humillantes.

Ahora resulta que se ha celebrado una consulta popular ilegal en un municipio catalán que inaugurará, sin duda alguna, una serie de otras sesenta consultas para forzar un referéndum sobre la independencia de Cataluña, ya que los separatistas han visto que no actúan ni el gobierno ni la justicia.

Ante esta situación, España necesita un apoyo moral. La política está completamente desmadrada, el gobierno es incapaz y parece carecer de voluntad para trabajar en soluciones que remedien la crisis económica, mientras se dedica a fomentar el desmembramiento del estado. El Rey recibe a dictadores sudamericanos sin venir a cuento, tiranos que le insultan a Él y a España y que expropian a empresas y empresarios españoles afincados en sus respectivos países.

El Rey se echa risitas con ellos al recibirlos en el Palacio de la Zarzuela. Y se queda callado ante el atentado que supone la consulta popular celebrada este domingo pasado en Arenys de Munt.

Es hora de que S.M. el Rey haga cumplir la Constitución, sobre todo a la vista de que ni el Tribunal Constitucional está por la labor. Urge que S.M. el Rey llame la atención a los políticos para que actúen con serenidad y empleando la razón. Estas dejaciones de funciones no pueden continuar.

Es hora de que el Rey se afeite ya este reducto de barba castrista y ponga las cosas en su sitio. Si quiere conservar la adhesión popular a la Monarquía, es imprescindible que se deje de recibir a dictadores incultos y se dedique en cuerpo y alma a España. Una palabra del Rey puede valer más que un millón de palabras huecas de Zapatero.

Un Rey con paciencia. Cayo y Chaves: “Dos hombres y un desatino”

por Rafael de Aguilar Poyatos

Saber estar es algo consustancial a un Rey que, como al nuestro, educan desde niño a poner buena cara aunque le estén pisando un callo. Desde luego que esto dista mucho de la mala educación del jefe de una república con ansias de “gran dictador” como Chavéz, a quien le debemos “perlas”, fruto de un dudoso sentido del humor, que le han hecho protagonizar más de una gansada en la que queda más que deja en entredicho. En esta ocasión todos esperábamos la de turno en su visita a España. No “defraudó”, nada más ver a Don Juan Carlos le soltó que con su barba se parece a Fidel Castro. Yo no sé a ustedes pero si a mí me comparan con un genocida y represor de esa índole me daría urticaria, pero el Rey es un Rey, y francamente que le digan esto a quien ostenta la Jefatura de Estado de mi País no es sólo algo que me moleste como monárquico, es algo que me ofende como español. Cuestión aparte que también lo haga por provenir de quien proviene y por estar destinado a quien lo está: de un señor que conduce a su Patria de la libertad a la dictadura a un señor que condujo a su Patria de la dictadura a la libertad. Pero bueno, seguro que a los de siempre les habrá hecho gracia, y es que en España hay muchos meapilas del marxismo, de esos que les reían las gracias a Stalin en el ayer, y en el hoy tienen a Castro y a Chávez como referente. Vamos, unos animosos campeones de la democracia –dicho sea con toda la ironía del mundo-.

Y, hablando de estos especimenes que pululan por las cloacas de la política hace poco, el Rey dio otra clase de saber estar cuando recibió a Cayo Lara, otro trasnochado del comunismo, de esos de puño en alto y tanto amor a la democracia como para abrazar aquella apolillada doctrina, arrinconada ya en el museo de la historia por esclavizar al hombre, y robarle su dignidad y su libertad cuando no su vida. En este sentido es alentador que el programa político del señor Cayo dentro de su partido consista en alejarlo de la social-democracia para acercarlo más al comunismo de viejo cuño. Sin duda en el Señor Cayo tenemos otro “orador” más cercano de Chávez que de Castelar, a quien debemos otra “flores” como insultar a España, a la que ha calificado de “esperpento de país”, y a arropar a quienes insultan al Rey, en contra de la legalidad y de cualquier sentido de la decencia y del respeto. Pero en fin, a lo que voy, es el portavoz de un partido tan legal como lo es el (MVR) en Venezuela, así que supongo que había que recibirlo... Lo que sí no me parece de recibo, además de una falta de respeto a nuestra democracia, es que sea para explicarle a nuestro Jefe de Estado sus proyectos de subvertir nuestro orden constitucional –votado por ese mismo pueblo al que el Rey devolvió su libertad-. Ya sabemos que los juegos de los comunistas pasan en primer lugar por conspirar contra las Instituciones de cualquier sistema, por más democráticas que sean -como lo son las de nuestra democracia parlamentaria-, para derribarlas violentamente por medio de una sangrienta revolución, o para alcanzar el poder como Hitler, por medio de los votos, para irlas después vaciando de cualquier contenido democrático e imponer sus dictaduras, que es lo que le gusta, y lo que persiguen a toda costa.

Por cierto, imaginarse al Jefe de Estado de una república recibiendo al Jefe de una Casa Real para que le explicase cómo piensa derrocar a la República para reinstaurar la Monarquía sería un ejercicio de ciencia-ficción, para que luego digan y vayan de tolerantes y demócratas…

Bueno, no he podido terminar esta nota tranquilo sin que tengamos más de lo mismo. Si no te gusta el caldo toma dos tazas, aunque con esta ya va la tercera en dos días. Evo Morales, otro aprendiz de dictador de paso por España –tiempo al tiempo, ya apunta maneras-, tras salir de entrevistarse con Cayo Lara, otro de los suyos -me refiero a comunista no a dictador, aunque con los comunistas no pueda estar seguro uno nunca- , y antes de hacerlo con S.M. el Rey, asistió a un foro económico, en donde es de entender que se mostrase interesado en una participación de este tipo de España en su país para luego tener qué confiscar. Pues bien, en dicho foro se permitió “estornudar” que la noche anterior había cenado con el “Canciller de la República de España”, todo un guiño a Cayo, ¿le estaría animando al golpismo?. Toda una grosería hacia nuestro Estado, el Reino de España. Me queda saber si Moratinos le sacará de su “error”, algo que haría cualquier Ministro de Asuntos Exteriores de cualquier gobierno serio, aunque estoy convencido de que no… ¿malpensado que es uno?.

Habría que aclararle a Morales que el debate no se trata tanto de “Monarquía o República”, sino de qué monarquías y de qué repúblicas estamos hablando, convendremos que desde luego, y ya que estamos hablando de España, Cuba, Venezuela y Bolivia -en menudos compis de juego basa su estrategia internacional nuestro gobierno-, prefiero ser del Reino de España, que es una verdadera democracia, a vivir bajo la bota del Leviatán en la dictadura cubana, en la república bolivariana de Venezuela, en donde se está vaciando el estado desde dentro para imponer una dictadura populista, o en la de Bolivia que va camino de lo mismo... Se rumorea que, dada la capacidad de seducción republicana de Evo Morales, los ciudadanos españoles, ingleses, suecos, noruegos, daneses belgas, luxemburgueses, holandeses, y japoneses, se agolpan para conseguir cambiar su pasaporte en las puertas de las legaciones diplomáticas de Irán, Irak, Afganistán, Guinea Ecuatorial, o China y, por supuesto de Venezuela y Bolivia…