viernes, 22 de agosto de 2008

Por la Reconstrucción del Palacio Real de Berlín

Supondría la reparación de la cohesión histórico-cultural de Alemania
por Pedro Schwenzer
"Pienso que no debemos perder el pasado, porque no quiero que el hombre se quede ciego frente a sí mismo y frente al futuro al quedarse ciego e ignorante con respecto a su pasado."

Golo Mann, eminente historiador alemán

El Palacio Real en 1760
(grabado en cobre de Johann David Schleuen)



D
espués de la II Guerra Mundial, en los países que cayeron bajo la ocupación y opresión comunistas - un aspecto que no debe quedar al margen - se cometieron innumerables crímenes no sólo contra la población, sino también contra sus conjuntos histórico-artísticos que simbolizaban el pasado esplendoroso de sus culturas y sus Monarquías. Fue gracias a las Monarquías que el Viejo Continente tenga tanta riqueza cultural y arquitectónica, destacando las ciudades que fueran sedes de Casas Reales y Soberanas por sus conjuntos de palacios, parques y edificaciones al servicio de la Corona y la Corte. Foto: El Palacio Real en 1898

E
n un primer exceso de fanatismo político, en los años inmediatamente posteriores a la Guerra Mundial, las dictaduras comunistas ordenaron en muchos países la demolición de los Palacios Reales y todos los símbolos que pudieran recordar a los antiguos Monarcas y sus Estados, en un intento de borrar del mapa lo imborrable, incapaces al mismo tiempo de sustituir lo destruido por algo equivalente o mejor desde el punto cultural o ideológico.

Así, en ciudades como Berlín, Königsberg o Varsovia, al igual que en todos los territorios orientales de Prusia desde el Memel hasta el Oder, los invasores bolcheviques acabaron con los vestigios del antiguo régimen monárquico que nada tenía que ver con el nacionalsocialismo, a pesar de que, en gran parte, las ruinas que quedaban en pie después de los masivos bombardeos,y muchas veces no se encontraban en tan mal estado para no poder ser salvadas y permitir una rápida reconstrucción. Fotos: Diferentes vistas del Palacio Real: Fachada romántica, fachada principal.

E
l Palacio Real de Berlín, ubicado en el mismo centro histórico y monumental de la capital prusiana y alemana, signo característico de un gran pasado arquitectónico y quizás el Palacio Real era, si no más grande del mundo, uno de los más grandes de más valor arquitectónico, seguía en pie en su mayor parte, no sólo los muros exteriores, y seguía casi intacta una sorprendente cantidad de esculturas y estatuas que no cayeron víctimas de las bombas. Aunque los interiores estaban destruidos por incendios, saqueos y destrucción delibertada por los ocupadores rusos, el edificio en sí quedaba en pie. Sin embargo, tuvo que ser demolido mediante voladura controlada por el odio irracional del entonces dictador y lacayo soviético Ulbricht contra el pasado prusiano para dar lugar a un gigantesco espacio para futuras manifestaciones en masa y desfiles para la demostración de poder militar.

L
a misma suerte corrieron p.e. los edificios históricos de Königsberg y Varsovia. Todas las ciudades ya de por sí desposadas de sus centros históricos, perdieron así su corazón y su alma. Foto: Vista aérea del Palacio Real de 1920, con plano de situación.

E
n Polonia, pronto las autoridades se arrepintieron de sus atrocidades cometidas contra la cultura y la historia de su país, y comenzaron a reconstruir sus centros históricos, incluido el Palacio Real de Varsovia. En Danzig, antigua Ciudad Hanseática libre de nacionalidad alemana, también se reconstruyó el casco antiguo con importantes ayudas económicas y técnicas procedentes de Alemania.

E
n Rusia, tras la toma del poder por los bolcheviques, a nadie se le ocurrió derribar los palacios de la Rusia imperial, y hoy habitan en ellos con más lujo que nunca los gobernantes de turno de este gigantesco país. Los rusos recriminaron a las autoridades germano- orientales la demolición del Palacio Real de Berlín por considerarlo incluso ellos una barbaridad. Foto: Fachada romántica en 1901.

En la actualidad -aún hoy y tras el acuerdo de la Dieta Federal (Bundestag) de reconstruir el palacio-, la discusión sobre la reconstrucción o no del Palacio Real de Berlín levanta gran revuelo en la opinión pública alemana, especialmente debido a la oposición de sectores de la izquierda y extrema izquierda que quieren negar a Alemania algo que a ningún otro país de Europa se le ocurriría poner en duda: la recuperación no sólo de un centro histórico- artístico destruido por la Guerra Mundial y el régimen dictatorial en el Este de Alemania, sino también la recuperación de la cohesión histórica de un pueblo dividido demasiado tiempo y carente hoy de un sano entendimiento de su nacionalidad e historia. Foto: Fachada romántica tras la voladura el 04-11-1950.

Después de más de dos generaciones desde la guerra no se puede seguir exigiendo que, por una parte, asuman y paguen de forma ilimitada por la responsabilidad histórica nacida de esa guerra por la que no pueden ser responsables, y que, por otra parte, y para mantener vivo esta consciencia de culpabilidad, se promueva el desmontaje del pasado también mediante una interpretación tendenciosa de la historia.

Si se puede aprender de los errores cometidos en el pasado, la demolición del Palacio Real de Berlín - un barbarismo cultural sin precedentes - es un llamamiento a la responsabilidad y el respeto por el legado histórico que todos compartimos.

L
a reconstrucción del Palacio Real de Berlín devolvería al centro monumental de esta ciudad su armonía, donde todos los demás edificios fueron proyectados de tal forma que estuvieran en conexión directa con el Palacio Real, centro neurálgico del antiguo Reino de Prusia. Sería también la reparación de los daños causados al arte y la arquitectura, pues fue la obra maestra del escultor y arquitecto Andrés Schlüter.

Existen todos los planos del Palacio Real y gran número de esculturas, frescos y otros elementos artísticos y constructivos esparcidos por los alrededores de Berlín. En la actualidad, una asociación privada promovida por personalidades del mundo de la cultura, del arte y de la economía se ocupa de la recolección de dichos elementos para que puedan ser aprovechados en caso de decidirse finalmente la reconstrucción del Palacio Real.

No tienen sentido las argumentaciones de que hoy día no se pueda recuperar lo que está perdido, y que habría que adaptar la nueva construcción a los avances de la arquitectura moderna. ¿Se imaginan que en lugar del Palacio Real de Madrid se construyera un engendro de la arquitectura moderna mezclados con elementos residuales de antes? No se conoce a ninguna capital europea donde se discuta si el Palacio Real es un monumento acorde con los tiempos modernos o no. Un Palacio Real, al fin y al cabo, no simboliza la opresión por una dictadura, sino es testigo de la historia del país forjada por sus antiguos monarcas. La Monarquía no simboliza, desde luego, a ningún régimen detestable, y mucho menos los monumentos que hizo construir. Que devuelvan a Berlín lo que todas las capitales tienen sin sufrir remordimientos o complejos: su Palacio Real. También Berlín merece volver a tener su centro histórico. Tal vez ayudaría a que los alemanes reecontrasen su antiguo camino de prosperidad, estabilidad emocional y cohesión que tenían en tiempos de Guillermo I, cuando todos amaban a su soberano y a su país. La falta de claros puntos de referencia, el desconocimiento de la propia y no falsificada historia y la ausencia de un estilo de vida propio y seguro son el comienzo del tercermundismo. Foto: El final del apocalipsis cultural bolchevique 30-12-1950.

E
l "Socialismo Real", es decir, la dictadura bolchevique, con la desmoralización del pueblo mediante la supresión de la libertad de expresión, el espionaje, la corrupción, el infra- abastecimiento de la explotada "clase trabajadora" con alimentos y viviendas dignas, etc., no han podido demostrar de ninguna manera que hayan sido más "paradisíacos" que la responsablemente gobernada Monarquía prusiana. Fotos: El Palacio Real en 1924 y el engendro bolchevique del palacio de la república en mayo de 1976, por fin demolido, quie estaba contaminado de amianto (¡viva la progresía!)

A continuación siguen tres álbumes con fotos del Palacio Real antes de la guerra, después de la guerra y durante su voladura por los comunistas germano-orientales, liderados por su máximo criminal Ulbricht. Hoy en día (¡quién lo iba a pensar!), Ulbricht es imitado por los nuevos bolcheviques que desgobiernan Berlín, Wowereit, el pésimo alcalde gobernador de Berlín (SPD) y sus socios de coalición del partido comunista sucesor del SED de Ulbricht, eufemísticamente denominado La Izquierda, ya que su objetivo es el cierre definitivo del Aeropuerto Central de Tempelhof, al que les gustaría dar el mismo destino que dieron en su día sus camaradas al Palacio Real.

Ulbricht y Wowereit, dos bolcheviques, una misma causa.










El Palacio Real antes de la guerra




El Palacio Real después de la guerra




La voladura del Palacio Real
o la consumación del crimen






Exposición: "El Palacio para Berlín"

El 15 de abril 1994 se inauguró en Berlín una segunda exposición sobre el antiguo "Palacio Real de la Ciudad" de Berlín.

La exposición duró hasta el 18 de septiembre de 1994 y tuvo como principal atractivo el montaje único de una simulación de lo que significaría el Palacio en su antiguo emplazamiento visto desde la Plaza de Alejandro.

La primera exposición (más de 120.000 visitantes de junio a octubre de 1993) y la simulación (millones de personas la fueron a ver) tuvieron gran eco el año anterior. Se consiguió desmontar todos los argumentos en contra de la reconstrucción, reduciéndose el debate a cuestiones puramente ideológicos y políticos.

Una vez desmontados los andamios y las lonas (que fueron subastadas por Sothebys), quedó una exposición permanente en el lugar donde se han excavado fundamentos del Palacio Real, a la espera de la decisión definitiva del gobierno alemán, que finalmente fue tomada por la cámara Baja de la Dieta Federal, aunque las consecuencias de dicha decisión no parecen hacerse realidad.


jueves, 21 de agosto de 2008

Plädoyer für den Wiederaufbau des Königlichen Schlosses von Berlin

Er wäre ein bedeutender Beitrag zur geschichtlich-kulturellen Selbstfindung der Deutschen
Pedro Schwenzer
"Ich meine, daß uns die Vergangenheit nicht verloren gehen darf, denn ich will nicht, daß der Mensch blind wird gegenüber sich selber und gegenüber der Zukunft, dadurch, daß er blind und unwissend gegenüber seiner Vergangenheit ist."

Golo Mann

Das Königliche Schloß um 1760
(Kupferstich von Johann David Schleuen)



Nach dem II. Weltkrieg wurden in den Ländern, die unter die kommunistische Besatzung und Unterdrückung fielen - ein Aspekt, den man nicht beiseite lassen darf - unzählige Attentate nicht nur gegen die Bevölkerung, sondern auch gegen ihre geschichtlich-kulturellen Stadtzentren unternommen, die die glorreiche Vergangenheit ihrer Kulturen und ihrer Monarchien symbolisierten. Es war den Monarchien zu verdanken, daß der Alte Kontinent soviel kulturellen und architektonischen Reichtum aufweist, wobei die Städte, die Sitz der Königs- und Fürstenhäuser waren, durch ihre Palastanlagen, Parks und Bauwerke im Dienst der Krone und des Hofes herausragen. Photo: DAs Königliche Schloß im Jahre 1898

In einem ersten Überschwang an politischem Fanatismus in den Jahren unmittelbar nach dem Weltkrieg ordneten die kommunistischen Diktaturen in vielen Ländern den Abriß der Königlichen Schlösser und aller Symbole an, die an die früheren Monarchen und ihre Staaten erinnern könnten, in einem Versuch, das Unverneinbare von der Karte zu streichen: Die neuen Machthaber aber zeigten sich gleichzeitig unfähig, das Zerstörte durch etwas vom kulturellen oder ideologischen Standpunkt aus gesehen Gleichwertiges oder Besseres zu ersetzen.

So geschah es, daß in Städten wie Berlin, Königsberg oder Warschau, genauso wie in den preußischen Ostgebieten vom Memelland bis zur Oder die bolschewistischen Invasoren mit den Zeichen der früheren monarchischen Ordnung aufräumten, die doch gar nichts mit dem Nationalsozialismus zu tun hatte, und dies, obwohl zu einem großen Teil die nach den massiven Bombenangriffen stehengebliebenen Ruinen sich nicht in einem so schlechten Zustand befanden, daß sie nicht hätten gerettet werden können und ein rascher Wiederaufbau möglich gewesen wäre. Photos: Verschiedene Ansichten des Königlichen Schlosses von Berlin: Romantische Fassade, Vorderansicht.

D
as Berliner Stadtschloß, wie das Königliche Schloß auch genannt wird, das sich unmittelbar im historischen und monumentalen Zentrum der preußischen Hauptstadt befand, und Inbegriff der großen architektonischen Vergangenheit des Königreichs Preußen war , stand noch zum größten Teil mit seinen Außenfassaden und einer überraschenden Anzahl an Bildhauereien, die nicht Opfer der Bomben geworden waren. Wenngleich die Innenräume in weiten Teilen die Brände und den Kulturfrevel der russischen Besatzungstruppen zerstört waren, stand das Gebäude noch vollständig, nur die Seite zum Lustgarten hin war stärker beeinträchtigt worden. Jedoch mußte es wegen des irrationalen Hasses des damaligen Diktators und Lakayen der Sowjets Ulbricht gegen die preußische Vergangenheit mittels Sprengung abgerissen werden, um Raum für künftige Massendemonstrationen und Paraden zur Darstellung militärischer Macht und zur optischen Täuschung über das Versagen des kommunistischen Regimes zu bieten.

D
as gleiche Schicksal ereilte z. B. die historischen Gebäude von Königsberg und Ostpreußen insgesamt, Warschau hatte schon unter dem Einfall der nationalsozialistischen Besatzer gelitten. Alle jene Städte, die so schon idurch Krieg, Brandschatzung und Plünderung ihre historischen Stadtzentren und Denkmäler verloren hatten, verloren somit auch ihr Herz und ihre Seele. Photo: Luftansicht des Königlichen Schlosses im Jahre 1920, mit Lageplan.

I
n Polen bereuten die von den Soviets eingesetzten kommunistischen Machthaber bald die kriminellen Vergehen, die sie gegen die Kultur und die Geschichte ihres Landes begangen hatten, und begannen mit dem Wiederaufbau ihrer historischen Zentren, einschließlich des Königlichen Schlosses von Warschau. In Danzig, der früheren freien Hansestadt deutscher Nation, wurde ebenfalls die Altstadt wiederaufgebaut, oft mit bedeutenden finanziellen und technischen Hilfen aus Deutschland.

In Rußland dachte nach der Machtübernahme durch die Bolschewisten keiner daran, die Paläste des kaiserlichen Rußlands abzureißen, und heute wohnen in ihnen mit mehr Luxus als je zuvor die jeweiligen Regierenden dieses riesigen Landes. Die Russen verurteilten die ostdeutschen Machthaber wegen des Abrisses des Berliner Stadtschlosses, denn sogar sie hielten dies für eine Barbarei sondergleichen. Photo: Die Romantische Fassade um 1901.

In der Gegenwart - und selbst nach dem Bundestagsbeschluß über den Wiederaufbau des Schlosses - wirbelt die Diskussion über den Wiederaufbau oder nicht des Berliner Schlosses großen Staub in der öffentlichen Meinung in Deutschland auf, besonders aufgrund der Opposition linker und linksextremer Gruppen wie der SED-Nachfolgepartei Die Linke / Die Linkspartei (die erfolgreich zusammen mit ihrem Handlanger Wowereit die Schließung des symbolträchtigen Zentralflughafens Tempelhof betrieben hat), die Deutschland verweigern wollen, was kein anderes Land Europas auch nur im entferntesten in Zweifel setzen würde: die Wiederherstellung nicht nur eines historisch-künstlerischen Zentrums, daß durch den Weltkrieg und das diktatorische Regime im Osten Deutschlands zerstört wurde, sondern auch die Rückgewinnung der geschichtlichen Identität eines Volkes, das zu lange Zeit getrennt war und heute eines gesunden Verständnisses seiner Nationalität und Geschichte entbehrt. Photo: Die Romantische Fassade nach der Sprengung am 04.11.1950.

Nach mehr als drei Generationen seit dem Krieg kann man einerseits nicht weiterhin verlangen, daß die neuen Generationen unbegrenzt für etwas zahlen, was sie nicht zu verantworten haben, und andererseits - um dieses Schuldgefühl lebendig zu halten - ist es nicht hinnehmbar, daß die Demontage der Vergangenheit auch durch eine tendenziöse Auslegung der Geschichte gefördert wird.

Wenn man aus den in der Vergangenheit begangenen Fehlern lernen kann, so sollte der Abriß des Berliner Königlichen Schlosses - eine kulturelle Schandtat ohnegleichen - ein Aufruf sein an das Verantwortungsbewußtsein und die Achtung des historischen Erbes, das wir alle teilen.

D
er Wiederaufbau des Königlichen Schlosses von Berlin gäbe dem monumentalen Zentrum dieser Stadt seine Harmonie zurück, wo alle anderen Gebäude so angelegt waren, daß sie in direkter Verbindung mit dem Schloß stehen, dem neuralgischen Mittelpunkt des früheren Königreichs Preußen. Er wäre auch die Wiedergutmachung der der Kunst und Architektur zugefügten Schäden, denn es war das Meisterwerk des Bildhauers und Architekten Andreas Schlüter.

Es liegen noch alle Baupläne des Schlosses vor und eine große Anzahl von Bildhauereien, Fresken und anderen künstlerischen und baulichen Elementen, die im Umland von Berlin verstreut wurden. Seit geraumer Zeit setzt sich eine private Vereinigung, die von Persönlichkeiten aus der Welt der Kultur, der Kunst und der Wirtschaft gefördert wird, dafür ein, besagte Bauteile einzusammeln, damit sie genutzt werden können, falls man endlich den Wiederaufbau des Schlosses beginnt.

Die Argumente, daß man heute nicht wiedergewinnen könne, was verloren sei, und daß man sich bei Neubauten an die Fortschritte der modernen Architektur anpassen müsse, haben keinen Halt. Können Sie sich etwa vorstellen, daß man anstelle des Königlichen Schlosses in Madrid eine Ausgeburt moderner Architektur errichtete, bestückt mit Restbauteilen aus früherer Zeit? Es gibt keine europäische Hauptstadt, wo man infrage stellen würde, ob das Königliche Schloß ein zeitgemäßes Bauwerk ist. Ein Königliches Schloß ist schließlich und endlich nicht Symbol der Unterdrückung durch eine Diktatur, sondern es ist Zeuge der Geschichte des Landes, die von seinen früheren Monarchen geprägt wurde. Die Monarchie symbolisiert jedenfalls nicht irgendein verachtenswertes politisches System, und dies trifft noch viel weniger auf die Bauwerke und Denkmäler zu, die sie errichten ließ. So soll Berlin das zurückerhalten, was alle Hauptstädte haben, ohne daß sie Gewissensbisse oder Komplexe erleiden müßten: sein Königliches Schloß. Auch Berlin muß wieder sein historisches Stadtzentrum zurückbekommen. Vielleicht hilft das den Deutschen, ihren alten Weg des Wohlstandes, der emotionellen Stabilität und Selbstfindung wiederzufinden, den sie zu Zeiten Wilhelms I begingen, als alle Deutschen ihren Souverän und ihr Land liebten. Das Fehlen von klaren Beziehungspunkten, die Unkenntnis der eigenen und unverfälschten Geschichte und das Nichtvorhandensein eines eigenen und sicheren Lebensstils sind der Beginn des Dritte-Welt-Stadiums. Photo: Das Ende der bolschewistischen Kulturapokalypse am 30.12.1950.

D
er "Reale Sozialismus" hat mit der Demoralisierung des Volkes durch die Unterdrückung der Meinungsfreiheit, die Spionage, die Korruption, die Unterversorgung der ausgebeuteten "Arbeiterklasse" mit Lebensmitteln und würdigen Wohnungen usw. in keinster Weise beweisen können, bessre Lebensbedingungen geboten zu haben als die verantwortungsvoll regierte preußische Monarchie. Photos: Das Königliche Schloß im Jahre 1924 und die bolschewistische Ausgeburt des Republikpalastes "Erichs Lampenladen" im Mai 1976, jetzt endlich abgerissen - er war vollkommen asbestverseucht (EIn Hoch auf die Fortschrittlichen Kräfte der Ostzone!)

Im Anschluß folgen drei Photoalben mit Aufnahmen des Berliner Stadtschlosses vor dem Krieg, nach dem Krieg und während seiner Sprengung durch die Bolschewisten der von den Sowjets besetzten Ostzone unter dem Befehl des stalinhörigen Ulbricht der Oberkriminelle des heute von Der Linken verherrlichten Regimes. Heute wird Ulbricht (wer hätte das gedacht!) von den neuen Bolschewisten Berlins nachgeahmt, die die Stadt kaputtregieren: Wowereit, Berlins schlechtester Regierender Bürgermeister (SPD) und seine Koalitionspartner der kommunistischen Nachfolgepartei der SED Ulbrichts, die sich euphemistisch Die Linke nennt und deren erklärtes Ziel es ist, auch andere Wiederaufbauprojekte zu unterminieren und die den Zentralflughafen Tempelhof am liebsten das gleiche Schicksal bereiten würde wie ihre einstigen Genossen dem Königlichen Schloß.

Ulbricht und Wowereit, zwei Bolschewisten, ein gemeinsames Ziel.










Das Königliche Schloß vor dem Kriege




Das Königliche Schloß nach dem Kriege




Die Sprengung des Königlichen Schlosses
oder der Vollzug der Tat






Ausstellung: "Das Schloß für Berlín"

Am 15. April 1994 wurde in Berlin eine zweite Ausstellung über das frühere Berliner Stadtschloß eröffnet.

Die Ausstellung dauerte bis zum 18. September 1994 und hatte als Hauptattraktion eine einzigartige Simulation dessen, was das Schlloß an seinem früheren Standort vom Alexanderplatz aus gesehen städtebaulich bedeuten würde.

Die erste Ausstellung (die zwischen Juni und Oktober 1993 mehr als 120.000 Besucher zählen konnte) sowie die Nachbildung der Schloßfassade durch ein gerüst mit bedruckten Planen (die von Millionen Menschen besucht wurde) waren auf ein großes Echo gestoßen. Man konnte damit alle Argumente widerlegen, die gegen den Wiederaufbau sprachen, so daß die Diskussion auf rein ideologische und politische Fragen beschränkt blieb (was ja iauch 2008 mmer noch der Fall ist).

Nach Abbau der Gerüste und Planen (die von Sotheby's versteigert wurden), verblieb eine Dauerausstellung an dem Ort, an dem man bereits Fundamente des Schlosses ausgegraben hatte. Damals wartete man noch auf eine Entscheidung des Bundestages über den Wiederaufbau, die erst vor kurzer Zeit gefallen ist, die aber noch immer nicht in Taten umgesetzt worden ist.

lunes, 18 de agosto de 2008

Una Nueva Moral para un Nuevo Siglo

Por S.A.I.R. Don Andrés Salvador de Habsburgo-Lorena

Nunca se ocultó, en esta década, la asombrosa voluntad de cambiar el país hasta que no se le reconociera. Nos lo han dicho y repetido, y nos hemos enterado. Lo que no estaba tan claro es que para eso se nos inculcasen los principios de una nueva moralidad.

No sólo aquí, por supuesto. Hay unas formas flamantes de ver la guerra en tierras no tan lejanas, y esas formas nacen del control de los canales de televisión, el control de la prensa que se lee, el control de las agencias informativas y hasta el control de las expresiones coloquiales. Se nos controla lo que oímos y lo que leemos. Se nos controla el pensamiento. Nada, nada nos concierne como individuos.

En el mundo del Este ha desaparecido oficialmente un sistema político inhumano y autoritario. Así es. Pero parte de lo peor de aquellos modos sobrevive en la llamada Europa libre con el soporte y la ayuda de un sistema aplicado con eficacia que cuenta con el limpio apoyo de elecciones regulares y periódicas. El hecho es que organismos y más organismos, encerrados en sí mismos, integrados por representantes de intereses muy diversos, aunque casi siempre económicos, se reúnen y aconsejan, toman decisiones, informan, comunican, resuelven, consultan, elaboran, traducen, transmiten, viajan, envían, trasladan, visitan velozmente, se reúnen, dan testimonios, declaran, participan, resumen, reseñan, orientan, anuncian y requieren. Por todo ello cobran sueldos importantes abonados con los impuestos que pagamos los demás. Se trata del mundo de los elegidos.

Mientras tanto, los demás trabajan, son vejados, desatendidos y, en consecuencia, disparan, hieren, se desangran, enferman, mueren, pasan hambre, sufren violaciones, luchas, destrozan y se destrozan, se empobrecen, se angustian, resisten, se duelen y se hunden cada vez más en la miseria. Son los que votan, pagan y costean la vida de los negociadores. Da la impresión de que estos desgraciados votantes son felices apoyando la prolongación al máximo de las reuniones, congresos, comités y veladas internacionales bilaterales, trilaterales o multilaterales. Y así un día tras otro sin ningún respiro.

Mientras dure este sistema, unos viven sin prisas, con satisfacciones, calmosa y pausadamente; los otros sueñan con un rápido final de esta etapa de vergüenza europea, pero tienen que aguantarse siguiendo, viendo, leyendo y oyendo las luces y reflejos de las dudas e indecisiones de los negociadores, enviados, conferenciantes, misioneros, delegados, observadores, interlocutores, ministros y emisarios.

Es demasiada modernidad para tan poca moralidad. Demasiada falta de respeto con los bienes frutos del trabajo ajeno, demasiado negocio a costa de la triste vida y aún de la muerte de los humillados. El dinero público - él de los impuestos, claro - se despilfarra en reuniones y reuniones, viajes y más viajes, sin la menor efectividad.

Se diría que a la rica nueva Europa, confortablemente establecida, le gusta, le encanta ver esas guerras de hoy, tan televisivas - las ficticias y las reales, es lo mismo - y leer atentamente el relato de las desgracias ajenas. Verdaderamente, es un lujo más que nos damos el gusto de sostener en medio de las recesiones de todo tipo que nos agobian.

Lamento la ausencia de hombres de talante superior, independientes de los partidos y organismos internacionales, hombres que no tengan que defender sus puestos, hombres valerosos, con criterios y decisiones propias, hombres que yerren como todo ser humano, pero hombres grandes y limpios. En fin, en estos días, es difícil no recordar que uno de esos hombres extraordinarios fue Francisco José, inolvidable penúltimo Emperador de Austria.

Publicado en Monarquía Europea Nº 7/8 - Año III - Octubre de 1993
El artículo es de actualidad candente, y ¡han pasado 15 años!

martes, 12 de agosto de 2008

Georgia: El despertar de la esperanza


Entrevista con S.A.R. Don Jorge de Bagration
Príncipe Heredero de Georgia
(1944-2008)

(realizada el 25-10-1991)


Con la disolución de la Unión Soviética y la huida del depuesto presidente Gamsakhurdia, que en 1991 fue reelegido mediante un dudoso plebiscito, se abrió para Georgia una nueva perspectiva y la posibilidad de recobrar definitivamente su independencia, una independencia que dura ahora unos 16 años y que pasó por la presidencia del antiguo ministro de asuntos exteriores de la URSS, Eduard Shevardnadse, que sin embargo siguió más el juego a Rusia en lugar de mejorar la situación de Georgia como país independiente.

A raíz de los cambios experimentados, los georgianos están redescubriendo su historia y los tiempos de prosperidad que vivieron gracias a sus reyes de la dinastía de los Bagration, que durante más de diez siglos rigieron los destinos de su país defendiéndolo contra los invasores de persas, árabes y turcos. Monarquía Europea tuvo el gran honor de poder entrevistar al entonces heredero del trono, S.A.R. Don Jorge de Bagration, antiguo corredor de Fórmula 1 por España y afincado hasta hace dos años en Marbella (Málaga), cuando se trasladó a vivir a Georgia para poder vivir entre su pueblo y preparar a su sucesor para una eventual restauración monárquica, proyecto que estaba muy avanzado en los últimos meses.

De hecho, Georgia repuso hace algún tiempo la bandera monárquica y la Corona Real en el escudo. Don Jorge de Bagration, un príncipe de gran corazón, muy cercano al pueblo -a semejanza de sus antepasados- y que inspiraba simpatía y confianza, fue un gran amigo de la Asociación Monárquica Europea. No cabe duda que, si hubiera reinado como Rey Jorge XIV de Georgia, habría contribuido mucho a la recuperación del prestigio internacional de su país sabiendo devolver a su pueblo la confianza en sí mismo.

Ahora, ante la sangrienta y cruel invasión rusa de Georgia, gobernada ahora por el Presidente Sakashvili, para arrebatar a este país surcaucásico parte de su territorio poblado por colonos rusos de tiempos de la ocupación (1801-1918 + 1921-1991), la alternativa de la Monarquía se hace aún más necesaria para reafirmar la independencia del país y su integración en el mundo occidental y europeo. Esta entrevista se reproduce por su interés y en honor al recientemente fallecido Príncipe Heredero de Georgia, al que sucedió su segundo hijo varón S.A.R. Don David de Bagration.

Significado del Escudo Real:
1) Arpa y honda de David. Según la leyenda la Casa Bagration desciende del Rey David.
2) Espada y Casco Real. Símbolos de la Monarquía.
3) Balanza - Justicia.
4) San Jorge. Defensa de la religión.
Centro: Túnica de Nuestro Señor Jesucristo, sobre una cruz blanca.



MONARQUÍA EUROPEA: Alteza Real, la dinastía de los Bagration, a juzgar por la historia de Vuestro país tan codiciado por las potencias del momento como Persia, Rusia y Turquía, ha jugado siempre un papel importante en el mantenimiento de la independencia política. ¿Qué significa hoy ser Rey de Georgia? ¿Sería la restauración de la Monarquía la posibilidad de dar ejemplo para las reformas en los países limítrofes?

S.A.R. el Príncipe Heredero Don Jorge de Bagration: Creo que la máxima significación de poder ser hoy en día Rey de Georgia sería la constatación de que Georgia ha recuperado su total independencia y su soberanía; esto sería lo más importante. Todos los georgianos y no georgianos estamos convencidos de que la independencia de mi país es totalmente irreversible y que será justicia histórica por los derechos legítimos de mi país. Es sólo cuestión de tiempo, ¿cua´nto? no se puede decir. Que la restauración monárquica en Georgia serviría de ejemplo a otros países, quizás podría serlo para aquellos que tienen opción monárquica. Creo, además, que le caso peculiar de Georgia es que no perdió a sus Reyes por voluntad popular, sino por una anexión por el Imperio Ruso. Es obvio que en Georgia existen mucyhas más posibilidades de una restauración monárquica, porque sobre la base de las circunstancias históricas, los males para el país empezaron cuando Georgia perdió su independencia.

M.E.: Vuestra dinastía tiene una legitimación histórica, más aún teniendo en cuenta que dejó de reinar debido a la anexión por parte de Rusia. ¿Cómo valoráis, Señor, la aceptación por parte de la población de la opción monárquica?

Ppe. J.d.B.:
Sin duda alguna, en el pueblo georgiano, que es un pueblo de unas grandes tradiciones, la opción monárquica existe. Existe este amor, este deseo y esta necesidad de volver a recuperar su identidad nacional, su legitimida
d histórica, y se da la circunstancia que todo esto desapareció con la pérdida de la Monarquía. Por eso estoy convencido de que existen grandes posibilidades, aunque sólo la historia dirá qué pasará el día de mañana. Pero por la información que tengo y por todos los contactos, veo que el espectro monárquico en Georgia es amplio y que no está limitado a una clase social determinada. Como dijo el Presidente del Parlamento georgiano en su visita a Madrid, hay un gran apoyo monárquico sobre todo entre los campesinos y los intelectuales. Se contempla la Monarquía como garantía de las libertades democráticas y como centro estabilizador.

M.E.: ¿Consideráis que Rusia y su ejército acepotarían una restauración de la Monarquía en Georgia?

Ppe. J.d.B
.: Ninguna nación tiene el derecho de oponerse a la voluntad de la inmensa mayoría de la población de otra nación. En el momento en que se reconozca internacionalmente la independencia del país, sólo el pueblo y los dirigentes de la nación pueden decidir sobre un sistema monárquico o republicano. Esa es una cuestión que depende únicamente de la voluntad popular.

M.E.:
A raíz de la transformación de la Unión Soviética
, las diferentes repúblicas sometidas han manifestado su temor ante un resurgir del antiguo Imperio Ruso. ¿Cómo serían las posibles relaciones con Rusia especialmente en el caso de una hipotética vuelta de los Romanov al trono?

Ppe. J.d.B.:
Las posibles relaciones con Rusia en el futuro, cuando Georgia sea independiente, antes o después tendrán que normalizarse; obviamente, no debajo de una sumisión o inferioridad, porque bajo mi punto de vista, en el mundo actual se ha demostrado que todos los países necesitan de todos, y los vecinos más todavía, y en el caso concreto: Si algún día se restaurara la Monarquía también en Rusia con los Romanov, creo que habría
menos problemas todavía, porque afortunadamente por las relaciones y los lazos de parentesco muy cercanos, no veo ningún motivo para que no las hubiera.

M.E.:
Stalin era georgiano. Muchas veces se habla del "espíritu de Stalin" que sigue latente en la ex Unión Soviética. ¿Qué significa hoy en Georgia la figura de Stalin? ¿Puede ser que tal "espíritu" sea un obstáculo para las reformas políticas y económicas?

Ppe. J.d.B.:
Stalin era georgiano, efectivamente. Stalin nació en Georgia. Pero, personalmente, creo que nunca ha obrado como georgian
o, más bien ha sido un ciudadano internacional, que ha desarrollado sus dotes políticas en Moscú, pero que obviamente ha salpicado terriblemente no sólo a Georgia, sino que a todo el mundo. Nunca ha sido amado en georgia. Fue temido, quizás respetado por temor. Hoy no queda ninguna estatua de Stalin en todo el país, y el espíritu que existe en Georgia por parte de la inmensa mayoría de la población hacia Stalin no es de amor, sino todo olo contrario. Creo que quizás justamente por haber vivido en sus propias carnes estos terribles años de comunismo es una garantía para que el país siga por el camino y el deseo de llegar a vivir una verdadera democracia, con las libertades humanas y un nivel de vida como tienen los países de occidente. Pienso que la lección está muy bien aprendida y que no hay peligro de que se vuelva a caer en este grave error político.

M.E.: ¿Pensáis, Alteza, que el orgullo que sienten los georgianos de su país y el mantenimiento de antiguas tradiciones podrían constituir un gran apoyo a la alternativa monárquica? ¿Se puede decir que la Monarquía georgiana es sinónimo del carácter europeo y democrático de la Georgia de antes?

Ppe. J.d.B.:
Varios hechos históricos demuestran el espíritu europeo y no
asiático del país y el peso determinante del cristainismo. La voluntad del pueblo georgiano era Europa, porque es Europa. Anteriormente, ya en el siglo XV hubo contactos de la Monarquía de Georgia con la Monarquía española, justamente también como defensa de la religión, de la independencia del país ante el peligro musulmán, esto también por nuestro espíritu europeo y no oriental. Nunca se ha puesto en duda la europeidad de Georgia, que creo tambioén está confirmada por las tradiciones familiares, de la Monarquía, del pueblo georgiano. Siempre, desde la época de los romanos. Ese mismo nombre dado por los romanos de "Iberia Oriental" indica muy bien como ya en este momento estaba considerada Europa.

La forma popular de reinar despertó algunas reticencias en los países limítrofes. Podemos vanagloriarnos de una cosa, y es que en el siglo XIII se puede considerar a Georgia una Monarquía parlamentaria, la primera del mundo, porque la Reina Tamara hizo un Consejo de Estado que tenía el mismo peso que la voz del Rey. ¡Qué es si no una Monarquía parlamentaria! Y tanto es así que la Monarquía estaba muy unida al pueblo, y es lo que hace que la imagen de la Monarquía o de la Familia Real sea positiva. Vemos que este apoyo popular siempre lo ha tenido. Los Reyes siempre luchaban con los soldados en primera línea, no había un rígido protocolo, una distancia entre el Rey y el pueblo. No hemos tenido nunca Ley Morganática.

Existía una tradición en la que el hijo mayor, el futuro Rey, que nacía, era entregado a una familia campesina para su educación hasta sus seis o siete años de edad, sin que nadie supiera, y sobre todo el niño, quién era, para que se acostumbrara a convivir con el pueblo, porque se decía que la única forma que un Rey fuera buen gobernante es que hubiera sido educado por el propio pueblo. Incluso no hay que olvidar que en Ghelati, el lugar donde se coronada al Rey, está enterrado el Rey David el Constructor en la misma entrada, porque decía que quería ser pisado por el pueblo, porque seguro que algún error había cometido en su vida.

Desde el momento en que fuese recuperada la independencia, ya habrá muchos modos para demostrar el carácter europeo con su cultura, su rica historia y las grandes posibilidades que tiene el país en todos los sectores.

M.E.: ¿Qué imagen tenéis actualmente en Georgia? ¿Os conoce la población?

Ppe. J.d.B.: No habiendo estado en el país, es difícil saber qué imagen puede tener uno. Hay mucho interés por la Familia Real, aparecen muchos artículos sobre entrevistas a la Familia, fotos de la Familia, mucho interés existe incluso por saber sómo ha vivido la Familia Real en todos estos años, en España, también por parte de la televisión que rodó hace un tiempo una película-reportaje sobre la Familia Real que sería emitida en breve. Vinieron a grabar un mensaje de Navidad, que fue retransmitido por la televisión georgiana. Por las cartas veo que la imagen es buena, en todos los contactos con mi país, es ese gran afecto y gran cariño que hay hacia la familia Bagration, un afecto, un cariño, un respeto muy fraternal, una cosa muy importante y entrañable. Foto: SS.AA.RR. los Príncipes David y Guram de Bagration

[Nota de la redacción: S.A.R. el Príncipe Jorge visitó Georgia poco tiempo después en una visita oficial organizada con el gobierno y fue recibido por los georgiano con mucho respeto y el tradicional saludo al Rey, un beso en el hombro. En una vista a S.A.R. en su casa de Marbella a principios de 1992 tuve ocasión de ver el vídeo grabado durante la visita.]

M.E.: ¿Mantenéis contactos con políticos y personalidades de Georgia? ¿Disponéis de algún representante oficial u oficioso en la capital Tbilisi?

Ppe. J.d.B.: Sí, hay contactos, pero no hacemos ningún tipo de actividad política. La Familia Real tiene que estar por encima de cualquier actuación política. Es mi obligación hacer lo posible por atender las peticiones que puedan llegar, pero sin ninguna connotación poilítica de apoyo a uno u otro paryido, solamente pensando en el bien del pueblo y del país. No tengo ninguna representación en Georgia, pero creo que la manifestación que hizo el presidente del parlamento georgiano en Madrid, que es el persidente del Partido Tradicionalista, de que antes de fin de siglo están convencidos de que la restauración mopnárquica se realizará bajo mi persona, es muy significativa.

M.E.: ¿Tenéis previsto que Vuestra Alteza o algún miembro de la Familia Real vayáis a visitar Vuestro país próximamente?

Ppe. J.d.B.: Hace unos meses se inauguró una olínea telefónica vía satélite, que ha sido la primera que permite poder hablar desde Tbilisi con el extranjero sin pasar por Moscú, por el entonces Presidente Gamsakhurdia con una llamada personal a mi casa, y que yo ignoraba que se iba a realizar. Fue transmitida en directo por la televisión de Georgia. A través de esta conversación me realizaron una invitación oficial para visitar con mi Familia el país en viaje oficial. La situación política actual de inestabilidad ha aconsejado posponer un poco ese viaje. ¿Cuándo se va a poder realizar? Cuando este viaje pueda ser positivo para todos y no pueda crear ninguna tensión en un país que en este momento sufre ya un exceso de tensiones políticas quizás creadas desde el extranjero. Tiene que ser un acto de unión para el pueblo y no de desunión.

M.E.: En la mayoría de los países que recobran la libertad, ponen al reino de España como ejemplo de la forma en que se ha de realizar la transición política. Sin embargo, hasta ahora ninguna Corona ha sido restaurada desde 1975. ¿Cuál pensáis, Señor, puede ser la razón para ello?

Ppe. J.d.B.: Sin duda alguna, una restauración monárquica no es un hecho que se ve todos los días. Quizás en el contexto actual de los últimos siglos, ha sido más fácil ver países que han perdido la Monarquía. Quizás esta pregunta dentro de algunos años no tenga sentido. Hay posibilidades para restauraciones monárquicas en el este europeo, no sólo en Georgia. El ejemplo de España es un modelo de transisición ejemplar al cual todos envidian. Ojalá muchos otros países puedan realizar la misma transición que ha tenido España, personificada, sin duda alguna, en la figura de S.M. el Rey Don Juan Carlos I, que es indudablemente un gran ejemplo no sólo paara Georgia, sino para el mundo entero. El prestigio y la admiración hacia el Rey Don Juan Carlos I en Georgia es enorme, y creo que es justicia con la personalidad de Su Majestad. Foto: S.A.R. el Príncipe David (en 1990), desde 2008 heredero del trono georgiano.

M.E.: ¿Qué relaciones tenéis con la Familia Real Española?

Ppe. J.d.B.: Existen muy buenas relaciones, además de un parentesco por el segundo matrimonio de mi padre. Por mi parte y la de la Familia Real existe un profundo respeto y admiración hacia la figura no solamente del Rey de España, sino también de toda la Familia Real.

M.E.: ¿Cómo ha sido la trayectoria de los Bagration desde que Rusia tomara el poder en Georgia? ¿Cuándo y por qué fijó Vuestra Real Familia su exilio en España?

Ppe. J.d.B.: Tras la anexión de Georgia por el Imperio Ruso, la Familia Real fue deportada a San Petersburgo. En cambio, mis abuelos se quedaron en Georgia hasta la revolución y salieron del país en 1933. Mi padre contrajo matrimonio con mi madre, la Condesa María Antonietta Pasquini. Yo nací en Roma, en 1944, desgraciadamente mi madre falleció al darme a luz. Se staba en plena Guerra Mundial. España era país neutral, por lo que mi padre decidió venir a España. Más tarde, mi padre contrajo matrimonio con la Infanta Mercedes de Baviera y Borbón y nos quedamos a vivir en España, cosa que sin duda ha sido una gran suerte para nosotros. Para toda nuestra Familia, España ha sido nuestra segunda patria. El carácter español y el georgiano también se puede decir que son muy similares. Mis hijos han nacido todos en España, yo he vivido prácticamente siempre en España. Foto: La Familia Real georgiana en 1991, de izquierda a derecha: SS.AA.RR. Don David, Don Jorge, Don Guram, Doña Nuria y Don Irakli.

M.E.: ¿Qué piensa Vuestro hijo primogénito Irakli de una posible vuelta a Georgia y de su función de Príncipe heredero? ¿Qué educación ha tenido?

Ppe. J.d.B.: Puedo decir que mi hijo tiene muy asimiladas todas las posibilidades y sus obligaciones. Aunque ha recibido una educación normal, como la de todos los jóvenes, siempre ha sido reforzada con el conocimiento de todas las obligaciones y los deberes para con su patria, debido al apellido que lleva y su primogenitura.

M.E.: Alteza Real, muchas gracias por esta conversación.






[Nota de la redacción: Antes de fallecer, S.A.R. Don Jorge de Bagration estableció por testamento que su heredero sería Don David, el segundo hijo varón, por razones que aún no conocemos, tratándose de una prerrogativa del Rey o -en este caso- del heredero del trono establecer quién le sucederá. En 1992 tuve ocasión de hablar con Don Irakli, quien me dijo entonces que estaba decidido de establecerse en Georgia para poder aprender todo lo que necesitaba y poder servir a su país.]


Entrevista relizada el 25-10-1991 en Madrid por Pedro Schwenzer, Presidente de la Asociación Monárquica Europea y director de la revista Monarquía Europea.

(c) Todos los derechos reservados.
Fotos de SS.AA.RR. los Príncipes David y Guram cedidos por Don Jorge de Bagration.
Las demás fotos son del autor. La imagen de la reina Tamara procede de un libro sobre la historia de Georgia.