lunes, 22 de febrero de 2010

La asociación monárquica europea atribuye la pitada al rey a radicales en busca de una repercusión que no tienen

MADRID, 22 (SERVIMEDIA)

El presidente de la Asociación Monárquica Europea, Pedro Schwenzer, minimizó hoy la pitada sufrida ayer por el Rey como la acción de "grupos aislados" y "radicales" que, "cuando tienen que recurrir a procedimientos democráticos legales, no tienen nunca la repercusión que buscan obtener acaparando de esta forma la actualidad informativa".

Así valoró Schwenzer en declaraciones a Servimedia los abucheos que buena parte de los asistentes a la final de la Copa del Rey de baloncesto, en el Bizkaia Arena de Barakaldo, dedicaron a los monarcas y al himno españoles antes de iniciarse el partido entre el F.C. Barcelona y el Real Madrid.

Para él, se trató de "un hecho lamentable que en absoluto es representativo para el sentir general del pueblo español respecto de su monarquía" y "una muestra de falta de respeto hacia la persona que da nombre a dicho trofeo", quien, recalcó, "es también el rey de los vascos, y como tal debería ser recibido y respetado en dicha comunidad autónoma".

En general, el presidente de la Asociación Monárquica Europea censuró "la politización del acto deportivo" para "manifestaciones de grupos minoritarios contrarios a la forma de estado actual de España", a los que describió como "organizaciones radicales que de esta forma quieren dar la impresión de ser representativos y manipular así la opinión pública a favor de sus posiciones".

"En los últimos años", abundó Schwenzer, "asistimos a una creciente politización de los clubes deportivos en España que, como en el caso del F.C. Barcelona, son utilizados por sus dirigentes para apoyar a corrientes ideológicas concretas, cuando el deporte y sus organizaciones son y deberían seguir siendo completamente ajenos a las ideas políticas".

(SERVIMEDIA) - Publicado en EcoDiario La Información.com

22-FEB-10

KRT/lmb



sábado, 13 de febrero de 2010

Albert Rivera de Ciudadanos (C's) saluda la iniciativa del Rey

En declaraciones a esRadio, el presidente de Ciudadanos (C's) y diputado del Parlamento Catalán ha dicho que su partido es el antídoto frente al nacionalismo y la clave del diálogo para conseguir una Cataluña de todos.


El presidente de C’s ha declarado que el Jefe del Estado, una figura que no debería de hacer política, está dando una lección a los jefes de gobierno y oposición, afirmando que puesto que su incapacidad y sectarismo son un obstáculo para salir de la crisis, lo que ha obligado a S.M. el Rey a ponerse manos a la obra.


Albert Rivera defiende la postura de que deberían haber sido Zapatero y Rajoy quienes abandonasen sus trincheras ideológicas y se pusieran a trabajar para ayudar a los españoles a sobrellevar la trágica situación económica. Sin embargo, el Rey, como el resto de los españoles, se ha dado cuenta de que ellos son incapaces para sacarnos de esta crisis.


Albert Rivera, que esta mañana ha sido entrevistado en EsRadio, ha declarado que C’s es el antídoto frente a esa Cataluña oficial y nacionalista”. Al ser preguntado por el próximo escenario electoral, el candidato a las elecciones autonómicas ha defendido la necesidad de un pacto a la vasca en Cataluña: “A pesar de que Camacho no es Basagoiti, ni Montilla López, estamos convencidos que Ciudadanos puede forzar un diálogo”.


Rivera ha añadido que la Libertad es una cuestión que no depende de la ideología, la supera porque es anterior a ella. Ante la pregunta de los periodistas sobre la situación del castellano en Cataluña, Rivera ha afirmado “el castellano no necesita defensa, está de moda en todo el mundo, y a pesar de los nacionalistas, el castellano va a seguir siendo la lengua mayoritaria en Cataluña, sin embargo, lo que necesita defensa es la Libertad; porque el tripartito se ha propuesto que tengamos todos una identidad única a base de sanciones e imposiciones.”


La AME aplaude que el Rey se implique promoviendo un pacto político

Lo enmarca en el "poder moderador de la Corona" y recuerda que otras veces se le ha criticado su "pasividad"

12/02/2010 SERVIMEDIA

El presidente de la Asociación Monárquica Europea, Pedro Schwenzer, aplaudió hoy que el Rey "se implique en la defensa de los intereses de España y del pueblo español" tratando de promover un pacto entre los partidos políticos en una "situación de gravedad" como la actual crisis económica, en la que "parece evidente que el Gobierno pierde las riendas".

Según expuso Schwenzer a Servimedia, que "el Rey haya decidido buscar un consenso entre los diferentes grupos políticos resulta acertado y convincente, aunque a la vez preocupante, porque demuestra que el Ejecutivo no está en condiciones de encontrar soluciones para contrarrestar los efectos de la crisis económica". Por eso, exculpó al monarca del "aprieto" en que pone al Gobierno al "tomar la iniciativa".

El presidente de la Asociación Monárquica Europea valoró "muy positivamente las iniciativas del Rey de saber de primera mano lo que piensan los diferentes grupos sociales y políticos del país para tratar de buscar una solución de consenso", unas acciones que no cree que supongan "salirse de la neutralidad" y que enmarca en "lo que se llama 'poder moderador de la Corona', un poder más moral que efectivo que sirve para aunar esfuerzos y encauzar las iniciativas políticas, económicas y sociales en la buena dirección".

Schwenzer piensa que la "amplia experiencia" del Rey, "acumulada especialmente durante la Transición, es un gran valor al que no debemos renunciar". Incluso, cree que Don Juan Carlos debería implicarse "mucho más a menudo", recordando que recientemente se ha "criticado la pasividad del Rey ante problemas como el Estatuto catalán y la libertad lingüística y su actitud en algunos asuntos de relaciones internacionales".

Publicado por Servimedia en Discapnet

También publicado en: EcoDiario, El Economista Móvil


La parálisis de Zapatero lleva al Rey a tomar la iniciativa

Don Juan Carlos empezó a jugar sus cartas para lograr un pacto de Estado el mismo día -este jueves- en el que abogó publicamente por "grandes esfuerzos y grandes acuerdos" para recuperar un crecimiento económico "fuerte y duradero".

Así, el Rey ha decidido emprender estos días una ronda de contactos con representantes del mundo político, empresarial, financiero y sindical que arrancó este mismo jueves con dos entrevistas con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y con el ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa.

La noticia, colgada en la página web de la Casa Real, se conoció a la misma hora en que el monarca recibía en La Zarzuela a los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente. Dicen los sindicatos que la reunión es una más de las habituales que mantiene el Rey con los representantes de los poderes políticos y de los agentes sociales, pero no lo es a la vista de esta ronda de contactos.

La Casa Real informa a través del comunicado de que la reunión con Salgado se ha producido en una semana "llena de importantes noticias en torno a la superación de la crisis económica" y mientras "todas las instituciones y distintas fuerzas políticas, económicas y sociales se afanan por hallar salidas a la crisis y lanzar un mensaje tranquilizador sobre la economía española ante los mercados internacionales".

Además de eso se recuerda que Don Juan Carlos "ha reiterado en numerosas ocasiones un llamamiento al diálogo amplio y al esfuerzo por alcanzar consensos y acuerdos para superar dificultades y asegurar el mayor progreso y la prosperidad de España". Un portavoz de La Zarzuela explicó que la Casa tiene intención de informar de aquellas audiencias que considere de mayor interés para la ciudadanía, que no tendrán por qué ser todas las que tenga Su Majestad.

El encuentro con Blesa tiene más que ver con el reciente término de su mandato al frente de Caja Madrid, donde ha sido sustituido por Rodrigo Rato tras "un complejo y debatido proceso electoral", dice la Casa Real.

La Familia Real tiene una serie de actos oficiales de los que Casa Real informa públicamente, pero los Reyes y los Príncipes también celebran audiencias que no se hacen públicas pero que en ocasiones se producen incluso periódicamente. Es el caso de la audiencia semanal que el Rey tiene con el presidente del Gobierno o las que celebra con relativa frecuencia con los distintos ministros.

En su encuentro de este viernes, el Rey está interesado en conocer la visión de los sindicatos sobre la actual situación económica, sobre todo tras la firma del acuerdo de negociación colectiva para los próximos tres años y las expectativas que ha suscitado el reinicio del diálogo social.

Los sindicatos comparten la visión del monarca de que es necesario que el Gobierno y el principal partido de la oposición remen juntos en la misma dirección. De hecho, Méndez reclamó este jueves al PP y al PSOE un "compromiso" para trabajar unidos en la búsqueda de objetivos comunes contra la crisis, "tal y como han hecho patronal y sindicatos" con la firma del Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva.

De momento, por lo que no están dispuestos a pasar CC.OO. y UGT es por el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años. Cuando el Gobierno lanzó su propuesta, ambos ya advirtieron de que habría movilizaciones en señal de protesta.

Este viernes concretaron el cuándo y el dónde. Las manifestaciones más multitudinarias se producirán el día 23 de febrero (martes) en Madrid, Barcelona, Valencia. Al margen de éstas, habrá protestas en otras 54 ciudades españolas entre los días 22 de febrero y 6 de marzo. "Va a ser un clamor casi unánime de la sociedad española", auguró el secretario general de UGT.

El Semanal Digital - 12-02-2010



Marc Carrillo: 'La función moderadora del Rey'

No ha sido la primera vez que el Rey actúa tras la evidente incomunicación de los representantes políticos. Ante la situación de crisis económica, la prensa se ha hecho eco de la iniciativa del Rey de emprender una ronda de discretos contactos con el Gobierno, los sindicatos y varios economistas. Además, y con motivo de un acto público, ha hecho un llamamiento a la unidad de los partidos mayoritarios para afrontar la difícil situación. En una monarquía parlamentaria como la española, la actuación del Rey en este sentido, ¿tiene cobertura constitucional?

El artículo 56 de la Constitución establece que en su condición de jefe del Estado y de símbolo de su unidad, «arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones…». Objetivamente, las actuaciones que hasta ahora ha llevado a cabo se enmarcan en el ámbito de la función moderadora, que es propia de las monarquías parlamentarias como la sueca y que de alguna forma también ejercen algunos presidentes de repúblicas parlamentarias como la alemana o la italiana. Y sin que, en principio, puedan ser consideradas como una extralimitación del papel que la Constitución les atribuye.

Para entender el alcance de sus declaraciones recientes es preciso definir en qué consiste dicha función moderadora. Pues bien, antes que nada hay que precisar que de la misma no se deriva ningún poder decisorio del Rey que se traduzca en una potestas, esto es, en un acto jurídico vinculante que obligue a otros poderes públicos, como el presidente del Gobierno o el Parlamento. En absoluto. Se trata, por el contrario, de una función que tiene una finalidad meramente persuasiva derivada de la auctoritas, que ha de poseer el jefe del Estado para instar a los representantes de las instituciones representativas estatales y autonómicas y al resto de actores sociales (sindicatos, organizaciones empresariales, etcétera) a llegar a grandes acuerdos en momentos que por razones diversas así lo exijen. Se trata de allanar, de templar y, en definitiva, de moderar, en lo que sea posible, a fin de superar las contraposiciones, roces entre las diversas instituciones y actores sociales. Y sin que en ningún caso el Rey pueda decidir, pues ello le está vedado por la Constitución. Ahora bien, si los fines de su función moderadora fuesen eventualmente asumidos por los poderes públicos representativos, únicamente a estos correspondería tomar decisiones al respecto. Ya fuese mediante leyes de las Cortes Generales o decretos del Gobierno.

Como expresaba Bagehot, uno de los teóricos más significados del parlamentarismo y la monarquía británicas, la función de moderación se resume en poder estimular, aconsejar y advertir a los poderes públicos. Se trata, pues, de una función de sugerencia, de estímulo y de incitación. En este contexto, pueden inscribirse los contactos personales y, en su caso, como ahora ha ocurrido, los mensajes públicos mediante declaraciones genéricas dirigidos a las formaciones políticas y a los agentes sociales. En todo caso, es evidente que en una tesitura como la que ha motivado la actividad moderadora del Rey, se requiere que su comportamiento se vea guiado por la más exquisita ductilidad y prudencia institucional, a fin de no suplantar la legitima capacidad de decisión y de rechazo a la misma de quienes constitucionalmente la tienen atribuida: es decir, la mayoría de gobierno y la oposición parlamentaria.

Para un buen ejercicio de la función moderadora, el Rey ha de disponer del derecho a ser oído y, sobre todo, del derecho a ser informado. Por esta razón, es objetivamente correcta, no solo la lógica y periódica entrevista con el presidente del Gobierno como responsable primero de la política económica, sino también, como ha sido el caso, con la ministra de Economía. Por otra parte, en el ejercicio de la limitada capacidad para ejercer el derecho a su libertad de expresión, el jefe del Estado ha de poder dirigirse ocasionalmente a la sociedad a través de mensajes genéricos, al margen de la controversia política sobre temas específicos, acerca de asuntos que objetivamente se insertan en el ámbito del interés general. Siempre, con escrupuloso respeto a las legítimas opciones políticas del Gobierno de turno. Y, sin duda, con su conocimiento. A este respecto, que el Rey haya escogido el acto de entrega de los Premios de Investigación 2009 para hacer un llamamiento público y genérico a llegar a acuerdos o pactos para superar la crisis económica no puede suscitar reproche constitucional alguno.

Publicado en: El Periódico, 13-02-2010

viernes, 12 de febrero de 2010

Ante la crisis, Su Majestad el Rey ejerce su poder moderador

Ante la gravedad de la situación, si tenemos en cuenta las duras críticas que ha recibido la presidencia europea de Zapatero por parte de Alemania y Francia, y la reciente cumbre sobre la situación de Grecia, en la que se destacó también la grave situación de España y Portugal, parece evidente que el gobierno pierde las riendas.

Que S.M. el Rey haya decidido buscar un consenso entre los diferentes grupos políticos resulta acertado y convincente, aunque a la vez preocupante, porque demuestra que el ejecutivo no está en condiciones de encontrar soluciones para contrarrestar los efectos de la crisis económica ni de poner de acuerdo los diferentes grupos de intereses del país.

Un indicio claro de esta situación de gravedad son las últimas valoraciones de la prensa británica, que incluso no ha dudado en calificar a Zapatero de inmaduro, o también las reacciones airadas de la canciller alemana Merkel y del presidente francés Sarkozy a los primeros discurso de Zapatero tan alejados a la realidad que vivimos en España.

La amplia experiencia de S.M. el Rey acumulada especialmente durante la transición, es un gran valor al que no debemos renunciar. En una situación de impasse lo que hace falta es que el Rey se implique en la defensa de los intereses de España y del pueblo español.

La Asociación Monárquica Europea valora muy positivamente las iniciativas del Rey de saber de primera mano lo que piensan los diferentes grupos sociales y políticos del país para tratar de buscar una solución de consenso en la que se impliquen todos para garantizar que España pueda salir cuanto antes de la crisis económica. Es lo que se llama “poder moderador de la Corona”, un poder más moral que efectivo que sirve para aunar esfuerzos y encauzar las iniciativas políticas, económicas y sociales en la buena dirección.