S.M. el Rey se mantiene al margen de las discusiones políticas cumpliendo con su dífícil poder moderador
El discurso de Navidad de S.M. el Rey ha sido, quizás, uno de los discursos más exhastivos, ya que tocó prácticamente todos los temas candentes de la política española. Sin embargo, S.M. el Rey peca, como siempre, de ser extremadamente diplomático en sus discursos. Lógicamente, el Rey tiene la difícil labor de mantener un equilibrio suprapartidista en sus discursos y no puede tomar posiciones políticas propias, más que nada porqe entonces se le echarían encima unos u otros de nuestros políticos demócratas y plurales. Comparado con el discurso del presidente de Alemania (que sólo habló de la necesidad de que jóvenes y mayores cooperen más entre ellos), eldiscurso del Rey tuvo bastante contenido.
Por otra parte, el discurso de Navidad contiene claros mandatos a nuestros gobernantes, siendo el mensaje principal él de la unidad ante los problemas para presevar la unidad de España: "Frente a las dificultades de cada momento, frente a cuanto nos quede por resolver o perfeccionar, debemos tener la seguridad de que juntos lograremos las soluciones precisas, si ponemos la voluntad y los medios para ello."
"Unidad y diversidad se vertebran en nuestra democracia como conceptos que nos definen y que, debidamente integrados en el marco constitucional que nos hemos dado, nos han permitido y nos permiten progresar como gran Nación." Eso es: Dentro del marco constitucional. Tenemos realmete un marco constitucional muy bueno, pero los políticos de la izquierda se empeñan en dibujar una imagen distorsionada y parece que no saben de qué están hablando. La Constitución debe ser desarrollada y aplicada, no reformada sin ton ni son, pues su reforma no es algo qu el pueblo demande ni considere imprescindible. Son pocos los que conocen en profundidad el texto constitucional y todo lo que encierra (derechos, obligaciones, oportunidades de desarrollo). No vale con decir que la Constitución no define bien algunos temas, su desarrollo es cuestión de buena voluntad. Y así lo dice S.M. el Rey:
"Los Estados que con mayor eficacia atienden a la voluntad de sus ciudadanos, se basan en la solidez y estabilidad de sus modelos democráticos e instituciones, así como en su amplia cohesión interna en torno a las grandes cuestiones.
Sirvamos con mayor ahínco el afán de los españoles de construir una España cada vez más justa, integradora y solidaria, de todos y para todos."
Pero alguas cosas suenan tan huecas como la palabrería de Zeta. Son frases como esta: "No me refiero sólo a la lucha contra la pobreza y la exclusión, sino a continuar profundizando en las medidas frente al desempleo, la carestía de la vivienda, los salarios más bajos, las desigualdades, o las diversas necesidades sociales y asistenciales."
Eso de la solidaridad se debería precisar hablando de las medidas concretas a tomar. Es fácil decir cosas bonitas, como acostumbra Zeta, pero ponerlas en práctica es otra muy distinta.
"Asegurar y ampliar nuestro bienestar, pasa también por poner el empeño y los medios precisos para seguir elevando la calidad de nuestra educación." Está bien recordarlo a nuestro gobierno, porque Zeta se dedica a todo menos a solucionar problemas que nos vienen encima. En este sentido, S.M. el rey también acierta al decir: "Una educación que debe responder a las legítimas aspiraciones de promoción personal y perseguir un armónico desarrollo colectivo, como sociedad moderna y cohesionada." Lo que pasa es que no se puede decir que la sociedad española esté cohesionada, al menos no en algunas zonas de España.
También es hora que el Rey tome partido por su institución: "Además de agradecer las numerosas muestras de afecto personal e institucional hacia la Corona, esta noche quiero reafirmar mi profundo y permanente compromiso de servicio y de entrega a España y a todos los españoles." Sólo que me parece muy tibia su defensa de sí mismo y su trono. Los republicanos en eso son mucho más lanzados.
Otro tema en el que S.M. el Rey podría ser más activo es en lo que nos dice aquí: "Atendamos con prontitud y eficacia las necesidades de nuestros conciudadanos, promoviendo nuestros derechos y libertades, desde la igualdad, la no discriminación y el respeto mutuo que conducen a la solidaridad." Creo que el Rey no se debería limitar a palabras y diplomacia cuado se trata de defender nuestras libertades, claramente en peligro en regiones como Cataluña o Vascongadas.
Si "El bien de España y de los españoles debe ser nuestro mayor anhelo, el compromiso colectivo que día a día hemos de reafirmar", el Rey debería actuar, con mesura, pero con decisión. Seguro que ganaría mucho en estima por parte de los españoles y del mundo entero. Sólo un Rey con autoridad y valentía se asegura su permanencia en el trono y garantiza el porvenir de su dinastía.