La celebración estuvo presidida por Sus Majestades los Reyes, acompañados por Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias
La Pascua Militar tiene una profunda tradición en la vida castrense española. Su celebración se remonta al reinado de Carlos III, cuando, el 6 de enero de 1782, se recuperó la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses. Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejercitos su felicitación.
A su llegada a la Plaza de la Armería, Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias fueron recibidos por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la ministra de Defensa, Carme Chacón Piqueras, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general del Aire José Julio Rodríguez Fernández.
Tras los correspondientes Honores, interpretación del Himno Nacional y salva de 21 cañonazos, Don Juan Carlos pasó revista a la formación de la Guardia Real, acompañado por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey, y el coronel jefe de la Guardia Real. A su término, los Reyes y los Príncipes, acompañados por las autoridades que les recibieron, se dirigieron a la Saleta de Gasparini para recibir el saludo de las comisiones por el siguiente orden:
- Órgano Central de la Defensa y Estado Mayor de la Defensa, presidida por el general del Aire José Julio Rodríguez Fernández.
- Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, presidida por su gran canciller, el general de Ejército José Rodrigo Rodrigo.
- Ejército de Tierra, presidida por el general de Ejército Fulgencio Coll Bucher.
- Armada, presidida por el almirante general Manuel Rebollo García.
- Ejército del Aire, presidida por el general del Aire José Jiménez Ruiz.
- Guardia Civil, presidida por el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez López.
- Real Hermandad de Veteranos, presidida por el general del Aire Eduardo González-Gallarza Morales.
Seguidamente, Sus Majestades y Sus Altezas Reales accedieron al Salón del Trono. Tras la imposición de condecoraciones por parte de Don Juan Carlos, pronunció unas palabras la ministra de Defensa. A su término, comenzó el Rey su discurso, con un afectuoso homenaje "a todos los compañeros que, durante el pasado año, entregaron sus vidas en el cumplimiento del deber, tanto en territorio nacional como fuera de nuestra Patria. Su generoso sacrificio debe pervivir en nosotros y alentarnos a perseverar en nuestro permanente empeño de servir a España. Reiteramos de todo corazón a sus familiares nuestro mayor cariño, solidaridad y apoyo".
También expresó que "las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil están contribuyendo al esfuerzo de austeridad derivado de la actual crisis económica, que ha exigido priorizar las capacidades militares a alcanzar". Don Juan Carlos tuvo unas palabras para los "cien mil militares españoles que han intervenido en numerosas misiones en el extranjero. Su presencia en muchas zonas del mundo ha sido un factor clave para afianzar el peso de España y su compromiso con la paz y la seguridad internacionales. Tan extraordinaria labor en el exterior ha reforzado aún más el prestigio de la Institución Militar", en "Haití, Bosnia-Herzegovina, en misiones de Naciones Unidad en el Líbano, Golfo de Adén o Afganistán".
El Rey subrayó "la enorme trascendencia que tiene la enseñanza militar", "Con la puesta en marcha del nuevo sistema de enseñanza para suboficiales en el próximo Curso Académico, se dotará del perfil necesario a dichos profesionales que, con su impulso, dan continuidad al trabajo de nuestras Unidades", y destacó que se han "dado importantes pasos hacia una Política Común de Seguridad y Defensa coincidiendo con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa" y "se ha profundizado igualmente en la relación estratégica entre la Unión Europea y la OTAN, que tantas veces coinciden en los teatros de operaciones".
Su Majestad el Rey concluyó su intervención expresando su "gratitud por vuestras continuas muestras de afecto y de lealtad a la Corona, os aliento a seguir trabajando con profundo orgullo y probada ilusión en la más alta y noble de todas las labores: el servicio y la entrega a nuestra gran Nación".
Finalizada la intervención de Don Juan Carlos, Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias se dirigieron al Salón de Columnas donde se sirvió un vino de honor y departieron unos minutos con los asistentes, con lo que concluyó el acto y fueron despedidos por las mismas autoridades que les recibieron a su llagada.
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