El avance a escala europea "debe servir de ejemplo a nuestro propio país", donde "la diversidad y las divergencias entre la población hacen la cohesión a veces difícil", señaló el monarca en su tradicional discurso a la nación, que será retransmitido esta noche, pero que ya ha sido adelantado a los medios.
"Debemos, por el bienestar de nuestros conciudadanos, superar los obstáculos con creatividad, confianza y determinación" para poder "continuar desempeñando nuestro papel constructivo en Europa", añadió.
Según Alberto II, los belgas perderían credibilidad en la UE si piden superar las divergencias entre los estados miembros sin haber conseguido hacer lo mismo dentro de su propio país.
"Confío en que el Gobierno bajo la dirección de Yves Leterme y todos nuestros responsables políticos lo consigan", aseguró.
Alberto II manifestó su satisfacción por que un belga, el ex primer ministro Herman Van Rompuy, haya sido elegido como primer presidente estable de la UE, lo que consideró un "gran honor" para todo el país y "una garantía de progreso para Europa".
Asimismo, dedicó gran parte de su alocución a subrayar "el importante progreso" logrado en la UE con la ratificación del Tratado de Lisboa, que abre una nueva etapa de la construcción europea.
"Va a mejorar considerablemente la toma de decisiones en la Unión", estimó y precisó que en muchas cuestiones los estados miembros han renunciado a su derecho de veto para decidir por mayoría cualificada.
El nombramiento de la hasta ahora comisaria europea de Comercio, Catherine Ashton, como Alta Representante de la Unión, en sustitución del español Javier Solana, la futura designación de la nueva Comisión Europea y el refuerzo del papel del Parlamento Europeo fueron otros de los avances mencionados por el rey.
"Este progreso importante debe permitir a Europa ser aún más eficaz a escala interna y desempeñar mejor su papel en las grandes cuestiones internacionales como el clima, las negociaciones económicas y financieras, la cooperación al desarrollo y la paz en el mundo", recalcó.
El rey hizo además un extenso homenaje a la labor de José Damián de Veuster, más conocido como "Padre Damián", que fue canonizado este año por el Papa Benedicto XVI, al que consideró "un profeta en su país".
Para Alberto II el reconocimiento universal del Padre Damián, que murió de lepra en Hawai donde contrajo la enfermedad durante su servicio como misionero, supone un homenaje a valores como la solidaridad y el respeto por la dignidad humana.
El rey recordó el mensaje del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a los ciudadanos belgas en el que expresó su profunda admiración por el Padre Damián y aseguró que podían estar orgullosos de contar con él entre sus héroes.
"Damián no es solamente una personalidad heroica sino un ejemplo que debe inspirar hoy más solidaridad, en particular con los más vulnerables de nuestra sociedad", afirmó Alberto II.
El rey tuvo también palabras de solidaridad para las personas que han perdido su empleo este año y aseguró que el Gobierno se esforzará para limitar el impacto de la crisis económica en la vida laboral.
Fuente: Yahoo noticias
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