domingo, 7 de abril de 2013

Un estatuto para las Infantas de España

por Amadeo-Martín Rey y Cabieses

Sólo en dos países, España y Portugal, se usa el título de Infante para sus príncipes reales. Así como en Austria el título es el de Archiduque, y en Rusia los hijos y nietos de sus emperadores ostentan el título de Gran Duque, usando el de Príncipe el resto de los Romanov no casados morganáticamente. En nuestra nación la Ley de Partidas establecía que «Infantes llaman en España a los hijos de los Reyes» y así fue hasta que se extendió también a los hijos del Príncipe de Asturias. Todos ellos son Infantes por nacimiento. Pero los hay también «de Gracia», es decir, expresamente nombrados por el monarca. Como sucedió en 1994 con el Infante Don Carlos, nacido Príncipe de las Dos Sicilias y hecho Infante de Gracia por su primo hermano el Rey Don Juan Carlos. Por ceñirnos sólo a las mujeres, existen actualmente siete Infantas de España: Doña Pilar y Doña Margarita, hermanas del Rey; Doña Elena y Doña Cristina, hijas del monarca; Doña Leonor y Doña Sofía, hijas de los Príncipes de Asturias, y Doña Alicia, viuda del Infante Don Alfonso, Duque de Calabria, y madre del Infante Don Carlos.

La normativa referida a los Infantes de España está recogida actualmente en el R. D. 1368/1987 sobre régimen de títulos, tratamientos y honores de la Familia Real y de los Regentes. Ahora bien, ¿cuáles son las funciones de las Infantas de España? ¿Existe algún documento legal que establezca este particular? Pues no. Desde algunas instancias se ha reclamado sin éxito la elaboración de un Estatuto del Príncipe de Asturias y –yo añadiría– de los Infantes de España. En realidad, nunca ha hecho falta tal documento. Pero corren tiempos en los que, del mismo modo que la Corona se va a sumar a la Ley de Transparencia en la gestión de sus recursos, sus funciones y el proceder de los Infantes requerirían más definición.

Las Infantas de España acuden con frecuencia a diversos actos. Unas veces lo hacen representando a S.M. el Rey. Otras se representan a sí mismas. Pero todas las veces que una Infanta de España está presente en una ceremonia pública puede decirse que está –de alguna manera– representando a la Corona. Aunque actualmente todas las Infantas de España forman parte de la Familia del Rey, es decir, tienen lazos de consanguinidad con el monarca, sólo algunas –Doña Elena, Doña Cristina, Doña Leonor y Doña Sofía– son parte del reducido núcleo de la Familia Real y sus agendas se publican en la web de la Casa Real. Sin embargo, resulta evidente que la actuación de todas debe ser especialmente ejemplar. Las Infantas que forman parte de la Familia Real están consignadas en un registro civil especial, poseen pasaporte diplomático, pero no disponen de un fuero especial, como sí –en cambio– los ministros, senadores, diputados y otros muchos cargos públicos. Convendría que ese anhelado estatuto del Príncipe de Asturias, del que ya hablara en su momento –entre otros– el constitucionalista Antonio Torres del Moral, se definiera y extendiera a las funciones y cometidos de todos los Infantes de España. 

Amadeo-Martín Rey y Cabieses es Doctor en Historia y miembro de la junta directiva de la Asociación Monárquica Europea.

Publicado en La Razón



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