miércoles, 23 de febrero de 2011

Se cumplen 30 años del golpe de Estado en España: el 23-F

"¡Quieto todo el mundo!" gritó el coronel Tejero en el Congreso antes de disparar. Aquella intentona de dinamitar la democracia dejó enganchado a la radio a un país entero          




Fue la noche de los transistores. España entera enganchada a la radio para seguir lo que acontecía en el Congreso. El 23 de febrero de 1981 un grupo de miembros de la Guardia Civilcon Tejero al mando, entraban en el hemiciclo pistola en mano mientras se votaba la investidura de Calvo-Sotelo. Empezaba, con dos años de retraso, la Operación Galaxia.

Al grito de "¡Todo el mundo al suelo!" el teniente Coronel amedrentó a todos los que se encontraban en el Congreso... a todos menos a dos. El general Guitérrez Mellado y el presidente saliente Adolfo Suárez se enfrentaron valientemente a los ocupantes. Eran las 18.25 horas, la tarde prometía ser muy larga... Y es que mientras el Congreso permanecía sitiado el Capitán Milans del Bosch sacaba los tanques a las calles de Valencia. Pero de nada serviría. Ya de madrugada, el Rey don Juan Carlos aparecía en la televisión para hacer pública su negativa al golpe militar. Punto final. Sus palabras, y también las del president de la Generalitat, Jordi Pujol, pidiendo "serenidad" tranquilizaban a una población que había seguido con mucha incertidumbre y miedo los sucesos acaecidos en el hemiciclo. También Europa respiró tranquila tras la intervención del monarca.


Testigos de excepción

Pero si los españoles supimos qué sucedió en el Congreso aquel ya mítico 23-F fue en gran parte gracias a la grabación de un cámara de TVE que filmó los primeros momentos del suceso. También los dos periodistas que retransmitían para la cadena SER la sesión de investidura se convirtieron en testigos para la historia y dos fotógrafos de la agencia EFE tiraron fotografías "sin cesar" de un acontecimiento que siguieron a través del visor de su cámara.


Las imágenes de los momentos inmediatamente después de darse por finalizado el golpe tampoco tuvieron desperdicio: guardias civiles saliendo por las ventanas del Congreso, Tejero entre el tumulto, los diputados abandonado el hemiciclo, etc. Y tras la ocupación, el aspecto en el que había quedado el Congreso era desolador: impactos de bala, despachos forzados...

La cabeza visible del intento de golpe de Estado, Tejero, fue detenido en una de las dependencias de la Benemérita minutos después de haberse entregado a su superior, el general Aramburu. Más tarde, los padres del coronel confesaban: "Sólo pensamos en morirnos". 

Y poco a poco se iban conociendo más detalles de aquel 23-F: igual que había pasado en la calle, en el interior del Congreso un pequeño transistor había servido para informarse de lo que sucedía en el exterior. España pegada a la radio.


El Rey, al alza

Tras el suceso, todo el mundo coincidió en que la figura del Rey quedó reforzada. Los diputados elogiaronla actitud del monarca e incluso el entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, felicitó a Su Majestad por teléfono. También Londres y París celebraron la firmeza de don Juan Carlos.



Tres hombres, tres destinos

Los hombres del bigote: Antonio Tejero, Milans del Bosch y Alfonso Armada fueron llevados inmediatamente a juicio y condendos a 30 años de prisión por el Tribunal Supremo. Armada consiguió el indulto debido a su edad en 1988. Tejero se benefició del tercer grado en 1993 y Jaime Milans del Bosch lo obtuvo en 1990 también por ser mayor. Siete años después, en 1997, murió sin arrepentirse del intento golpista.


Por cierto, Leopoldo Calvo-Sotelo fue investido dos días más tarde. Se convirtió en el 74 presidente de España. Triunfó la democracia.

· Consulte el especial 10 años del 23-F




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