domingo, 6 de enero de 2008

Un Jorge no tan santo - Georgia en Junio de 1993

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En Georgia gobierna un régimen bastante ambiguo. Su cara al exterior: el Jefe de Estado Eduard Shevardnadse, el antaño tan prestigioso Ex-Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética

"En Georgia han tomado el poder un conocido ladrón y un escultor desconocido."
El ladrón, autor de la frase autocomplaciente e introducida en la sociedad de Tbilisi, se llama Dshaba Iosseliani. El escultor es Tengis Kitowani. En enero de 1992, ambos echaron con las armas y la ayuda de Rusia a Swiad Gamsajurdia, el primer presidente georgiano elegido libremente.
El tercero del club fue un ex-ministro de asuntos exteriores famoso en todo el mundo: Eduard Shevardnadse, quien volvió a Tbilisi en marzo de 1992, se puso al frente del Consejo del estado y declaró querer introducir la democracia en Georgia. Rápidamente acudieron en su auxilio viejos amigos. También Hans-Dietrich Genscher, el entonces Ministro federal alemán de Asuntos Exteriores, viajó a Tbilisi. Para demostrar a Genscher que él apoyaba a golpistas, los seguidores de Gamsajurdia salieron a la calle. Intervino la policía, y desde entonces los perros de policía se llaman "Genschers".

En octubre eligieron los gerogianos un nuevo parlamento y a Shevardnadse presidente del mismo - no hubo candidato alternativo. Según la ley sobre la estructura provisional del poder del estado, Shevardnadse es también Jefe del estado. Esta construcción única debía evitar luchas por el poder como existen en Rusia entre el Soviet Supremo y el presidente. En realidad se concentró un enorme poder en manos de Shevardnadse.
Los georgianos le llaman "el zorro blanco", ya que le consideran un político especialmente listo. Su cabello blanco le confiere una autoridad natural, y el "señor Eduard", como le llaman allí, puede ser extraordinariamente galante. ¿Es sincero? En Tbilisi es conocido como experto en intrigas y metamorfosis.
De 1972 a 1985 gobernaba Shevardnadse sobre georgia - como Primer Secretario del PC georgiano. En 1992 se bautizó con el nombre de Jorge. Ya como comsomolza, confió recientemente a un periódico moscovita, se había santiguado después de un examen aprobado. ¿Para qué necesita Shevardnadse tales confesiones públicas? "A Gamsajurdia se le quería", dice una periodista, "a Shevardnadse, no."

En el nuevo Parlamento, que se encuentra en el antiguo Instituto para Marxismo-Leninismo en el Paseo de Rustaveli, los antiguos comunistas, que siguen fielmente al Presidente, tienen una mayoría. "No son buenos oradores ni tampoco pensadores alternativos", califica el diputado del Frente Popular Nodar Natadse a los compañeros del bloque gubernamental "Paz", "pero siempre votan lo correcto."

Georgia en verano del 1993: La experiencia traumática de que los georgianos disparen contra georgianos no se ha superado. La profunda división de la sociedad entre seguidores del Presidente exiliado, que no participan en la vida política, y aquellos del nuevo jefe del Estado, que tienen el monopolio de opinión, pasa a través de todas las familias. Aquellos que están hoy en el poder injurian a los que ayer tuvieron el poder como "enemigos del pueblo" y "fuerzas oscuras", igual que era usual en la Unión soviética. La oposición extraparlamentaria contesta con "golpistas, usurpadores, traidores" y denuncia la opresión, censura y las masivas lesiones de los derechos humanos. Tbilisi, antes un "París del Sur" alegre y con mucha vida, refleja la autodestrucción del país. La ciudad ha degenerado a un pueblo grande y sucio. El barrio gubernamental está en ruinas desde que Iosseliani y Kitovani tomaran el Parlamento por la fuerza, donde se mantenía encerrado Gamsajurdia. Donde flaneaba la gente antes hasta muy entrada la noche, hoy se apaga la vida al caer la noche. Los cines y teatros comienzan sus representaciones ya por la tarde para que los espectadores puedan volver seguros a casa antes del anochecer. A partir de las siete de la tarde no circulan autobuses, y los delincuentes - Iosseliani consiguió hace poco una amnistía - toman las riendas en la ciudad. Por lo visto es una docena de pandillas que se han repartido los distritos de la ciudad. El turismo, del que podría vivir este país tan bonito con su antiquísima cultura y sus hospitalarias gentes, se ha derrumbado por completo. En el antiguo Hotel Intourist "Iwerija" se han alojado refugiados procedentes de las zonas en crisis de Abjasia y Osetia del Sur. Es un enigma de qué vive y como sobrevive la gente. A los refugiados se unen los parados. El 70% de las empresas están paralizadas debido a que no llegan materias primas de Rusia.

La privatización se ha paralizado por completo. Sólo una tercera parte de la superficie agrícola está en manos privadas. La inflación es galopante. Los cupones introducidos en abril pierden valor en relación al Rublo. Las tiendas están vacías. Con un salario medio de 6.000 cupones, un kilo de carne cuesta 3.000 cupones. Para comprar pan, la gente tiene que hacer cola durante horas. La "tarta super-ahorro", que a pesar de todo consiguen hacer las amas de casa con 50 g de mantequilla, 200 g harina, dos manzanas y tres cucharaditas de azúcar, se llama popularmente "Tarta Sigua" - según el Primer Ministro Tengis Sigua, cuya política económica se considera desastrosa.
El enlazado entre política y delincuencia es incontrolable. "La corrupción ha alcanzado un volumen inimaginable", lamenta Akaki Asatiani, el jefe de peso de la Unión Tradicionalista, que fue presidente del parlamento con Gamsajurdia y que es uno de los portavoces destacados de la pequeña oposición parlamentaria bajo Shevardnadse. "El Estado prácticamente está desvalijado. No nos queda absolutamente nada."

Sin masiva ayuda de Occidente, georgia está ante una catástrofe. Pero la esperanza de que entraran manadas de inversores occidentales al Cáucaso después de la victoria electoral de Shevardnadse, no se ha cumplido. Occidente no va a invertir mientras que haya guerra en el país de San Jorge, mientras que la anarquía sea determinante para la vida pública y mientras que haya diputados con antecedentes penales en el parlamento.
¿Sabe Shevardnadse controlar la situación? "No tiene la gente adecuada. Su aparato teme toda responsabilidad", dicen los unos. "Piensa con diez años en adelante, por eso no le podemos entender", dicen los otros. Incluso sus compañeros de camino parecen resignados. "Esperaba que nuestro pensamiento político se desarrollaría positivamente", opina el director de cine y diputado Eldar Shenguelaya, quien interpreta el golpe contra Gamsajurdia como "revolución". "Lamentablemente, muchos de nuestros políticos siguen pensando como ayer. Si tienen que pasar meses incluso para solucionar los más pequeños problemas, la vida se convierte en un pasillo kafkiano del que no logramos salir."

"Necesitamos una verdadera división de poderes", dice Akaki Asatiani. El ejemplo de Gamsajurdia y Shevardnadse demuestra que un gobierno unipersonal es perjudicial para la construcción del Estado georgiano. Además, Asatiani aconseja para la reconciliación con Gamsajurdia: "Si Shevardnadse mantiene su monopolio del poder y no busca el diálogo con Gamsajurdia, en invierno no se tratará ya de la retirada de Iosseliani y Kitivani de la política, sino de su propia dimisión."

Igual que antes en la URSS

El redactor jefe Irakly Goziridse sobre la lucha de su periódico "Iberija Sepktrum" contra la censura de la prensa y la supremacía del Estado en Georgia

DIE WOCHE: ¿Qué tipo de periódico es "Iberija Spektrum"?
IRAKLY GOZIRIDSE: Es el único periódico privado y el segundo más grande de Georgia. No representamos ninguna tendencia política concreta. Pero luchamos por la Justicia y la Legalidad. Por eso, nuestro periódico está en oposición al actual gobierno. Pero tampoco les gustábamos siempre a los anteriores gobernantes.

DI WOCHE: ¿Es correcto que llaman al derrocamiento de Shevardnadse?
GOZIRIDSE: Es una mentira que también es difundida por el Fiscal General del Estado, aunque no tiene ninguna prueba. Por eso le he denunciado. Nunca hemos hecho un llamamiento al derrocamiento del gobierno ni lo haremos nunca. Sólo decimos lo que no nos gusta de sus métodos.

DIE WOCHE: ¿Es por eso que se les impide salir?
GOZIRIDSE: Lo supongo. En la Unión soviética, el estado tenía el monopolio editorial, y aquí hemos vuelto a tener la Unión soviética. Todos los periódicos se editan en editoriales estatales y se imprimen en imprentas estatales. Y estos se esfuerzan mucho para que no salgamos. También utilizan la fuerza. En junio del año pasado aparecieron 17 fiscales armados en la redacción, echaron a todos los colaboradores y sellaron temporalmente las oficinas. Cuatro veces han entrado a robar, pero la policía nunca encontró a los ladrones.

Tampoco lo quería. Dos veces se ha disparado contra mi vivienda. Además nos asfixian con impuestos: Pagamos más que ningún otro periódico.

DIE WOCHE: Es decir, en georgia no existe la libertad de prensa.
GOZIRIDSE: En al unión soviética no existía la libertad de prensa, y en Georgia hoy tampoco existe. La censura no se ejerce de forma directa. Pero todos los redactores jefes saben perfectamente lo que pueden y lo que no pueden escribir.

DIE WOCHE: Lo que escriben ¿tiene consecuencias políticas?
GOZIRIDSE: No, naturalmente que no. Por ejemplo exigimos la dimisión del Ministro del Interior por ser incompetente y tener dos antecedentes penales. ¡Un hombre así no puede ser el jefe de la policía! Pero se hace el sordo y sigue aún en su puesto porque Shevardnadse le cubre. Por otra parte, a través de nosotros el pueblo sabe la verdad. esto es una gran victoria.

Irakly Goziridse (70) es el redactor jefe del periódico semanal "Iberija Sepktrum" de Tbilisi.


DEL SEMANARIO ALEMAN "DIE WOCHE" del 24-6-93

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