por C. Sánchez-Vicente
La inmensa mayoría de los servidores públicos
no va a forrarse, sino a servir.
Tras una ovación, posiblemente la más larga y cerrada que ha recibido en el Congreso desde el 23-F, el Rey se dejó ver y querer ayer en los corrillos junto con el Príncipe de Asturias, citado por Don Juan Carlos como ejemplo de lo que sí debe ser y parecer cualquiera que vista un cargo institucional en los discursos de las dos grandes solemnidades que han coincidido en estas fechas, Nochebuena y la Apertura de la Legislatura. Su llamamiento a no generalizar a todos los servidores públicos, la escasa ejemplaridad de los saqueadores o de los aprovechateguis fue más que oportuno. Sonó, o así me lo pareció a mí, a venda preventiva de la herida del caso Urdangarín; pero tiene razón.
En los casi 30 años que llevo haciendo información política he tenido ocasión de comprobar que la inmensa mayoría de los servidores públicos de nuestro país no va a forrarse ni a servirse, sino a servir, vaya esto por delante. La inmensísima mayoría. El reproche que, en mi opinión, cabe hacerle a Don Juan Carlos, en este caso, es que ha tardado más de lo deseable en defenestrar familiarmente a su yerno y dejarle al pairo de lo que decidan los Tribunales; dos cosas que debía hacer y que en Nochebuena y ayer ha hecho, poniendo como ejemplo a seguir el que tiene en su casa: la honradez y la actitud del Príncipe Felipe.
En el cesto de la cosa pública hay, sin duda, más manzanas podridas de las deseables; el corporativismo es lo que retrasa habitualmente el momento de tirarlas al cubo de la basura.
Urdangarín, el Duque consorte de Doña Cristina, todavía no sabemos si reúne méritos para figurar en la casilla de los saqueadores: los jueces dirán, y, hasta entonces, que le ampare, como a cualquier otro ciudadano, la presunción de inocencia. En la de los aprovechateguis, sin embargo, figura, me temo, desde hace años, más de los que debiera, y por derecho.
Fuente: La Gaceta
1 comentario:
El príncipe Don Felipe es la garantía de la sucesión, tradición y estabilidad españolas. Viva el futuro rey Felipe VI.
Publicar un comentario